La inteligencia artificial hace mucho tiempo que se usa en procesos de selección de personal. Normalmente, ante procesos masivos, un programa informático es el que se encarga de ‘leer’ el currículum de los candidatos para indentificar si cumplen con los requisitos del puesto.

De ahí la importante de introducir las palabras clave de los puestos a los que queremos aspirar en nuestro currículum y nuestras habilidades.

Pero ahora, y sobre todo de cara a un futuro, parece que la IA puede estar mucho más presente, incluso conduciendo ella una entrevista de trabajo al completo.

La demanda de servicios de contratación en línea, que entrevistan a los solicitantes de empleo a distancia a través de un ordenador portátil o un teléfono, se disparó durante la pandemia del COVID-19 y sigue siendo alta en medio de la escasez de trabajadores que se percibe a medida que la economía vuelve a abrirse.

«Me ha hecho la entrevista una IA»

La última tendencia que están probando de hecho empresas pioneras en este aspecto como HireVue, es que sea una máquina la que, por medio de interfaces con rostros generados por ordenador, los que formulen preguntas al entrevistado.

«A pesar de que las preguntas me fueron formuladas por alegres empleados falsos de la empresa en mensajes pregrabados, me sentí completamente sola, y lo estaba, sentada en mi habitación tratando de venderme a la Inteligencia Artificial», explicaba una periodista norteamericana en el medio Slate que ha estado probando estas funcionalidades.

La entrevista asíncrona, como se le llama, daba 30 segundos para prepararse antes de responder a cada pregunta. Una experiencia «aún muy mejorable» según quien lo ha probado.

La empresa, de propiedad privada, ha contribuido a crear un mercado de entrevistas en vídeo «a la carta». Entre sus clientes conocidos se encuentran minoristas como Target e Ikea, grandes empresas tecnológicas como Amazon, bancos como JP Morgan y Goldman Sachs, gigantes petroleros, cadenas de restaurantes, supermercados, aerolíneas, líneas de cruceros y distritos escolares.

Pero también hay dudas sobre los sesgos de la IA

Sin embargo, también se ha detectado que los algoritmos encargados de saber quién es el más adecuado para un puesto de trabajo pueden afianzar los prejuicios si se inspiran en sectores en los que las disparidades raciales y de género ya son frecuentes.

La regulación ya va marcando algunas pautas. Nuevas normas propuestas por la Unión Europea someterían estos sistemas a controles para que esos sesgos nunca llegaran al algoritmo. O, al menos, ese es el deseo.

(Información extraída de elEconomista.es)